lunes, 8 de julio de 2013

Arte paleolítico. Antigüedad y relaciones sociales

En el pasado mes de junio la revista JournalArchaeological Science ha publicado (on-line) un artículo sobre las últimas dataciones realizadas, por medio de las series de Uranio, en la calcita que recubría las pinturas de la cueva de Altamira (Santillana del Mar, Cantabria). Las dataciones oscilan entre un marco de 20.000 años (35 Ky y 15.5 Ky cal. BP), lo que aporta datos importantes para la comprensión de su utilización por parte de los HAM que vivieron en aquel periodo y en aquellos lugares.

 - Primero, que algunas de ellas son más antiguas de lo que se pensaba.
- Segundo, la reutilización e integración simbólica de las pinturas antiguas con las nuevas aportaciones. Se refuerza la idea de “santuario”, con continuas visitas por las poblaciones de diversos periodos.
- Tercero, por su relación con las diversas ocupaciones de la entrada de la cueva situadas a escasos metros de la ubicación de las pinturas, donde se debieron de realizar las actividades simbólicas relacionadas con estas manifestaciones gráficas. Esta escasa separación es interpretada como un continuum espacial entre las actividades cotidianas de la sociedad en zonas iluminadas y las actividades simbólicas realizadas en áreas oscuras con necesidad de aportes lumínicos para poder realizar cualquier actividad. Es decir, que la simbología y creencias que se desarrollaban en las zonas de pinturas no era algo privado, escondido y elegido para determinados ritos, sino un lugar vinculado a la cotidianeidad de las actividades de la sociedad que viviera en la cueva en ese momento. 

Mano en negativo de El Castillo
El estudio se ha realizado por un equipo interdisciplinar de químicos y arqueólogos idóneo para obtener las dataciones de las pinturas, pero no tanto como para deducir conclusiones sobre las características sociales del simbolismo de las pinturas de Altamira en particular. Con estos únicos datos se desecha la idea tradicional de que lo simbólico se realizaba en la oscuridad de la cueva, mientras que lo cotidiano se hacia al aire libre o en la entrada de la cavidad.
Sin profundizar mucho en las conclusiones es fácil estar de acuerdo con las dos primeras, pero en la tercera creo que hay un importante componente de subjetividad que no ha sido tenido en cuenta. Las pinturas están en una zona oscura y próximas a la entrada de la cueva, por lo que algo de luz natural recibirían, aunque muy difícil de precisar, pero se está de acuerdo de que sería insuficiente para su realización.

La decisión de relacionar la ubicación de las pinturas con la cotidianeidad de las actividades de la sociedad solo se fundamenta en la proximidad y en el criterio de su autor, que si bien pudiera ser cierto, solo se llega a tal conclusión por métodos subjetivos.

La cercanía con el área de hábitat puede deberse a varios motivos, los cuales no tienen nada que ver con un uso cotidiano y social. Desde la simple idoneidad del sitio para la realización pictórica y realización de ritos, hasta la realización de las muestras pictóricas en épocas y periodos en los que la cueva no estaba habitada, perdurando después un cierto uso mixto (hábitat y santuario). Se sabe que durante el Paleolítico superior la cueva no tuvo un asentamiento humano continuo, mientras que las pinturas y sus sucesivas acumulaciones si estuvieron siempre allí. Sería necesario realizar un estudio diacrónico entre los periodos de asentamiento humano y la progresiva realización de tales pinturas, lo que actualmente es bastante difícil.  

El problema de las características iniciales de las manifestaciones gráficas en el Auriñaciense y de su perduración y/o evolución en el resto del Paleolítico superior es un problema que hay que estudiar dentro de la Arqueología cognitiva, con las herramientas científicas propias de la interdisciplinariedad que la ciencia exige en la actualidad.

Las últimas dataciones, que por medio de las series de uranio se han realizado en diversas cuevas de la Península Ibérica y Francia, aportan datos muy importantes para la interpretación de su inicio y algunas de sus características, como son los motivos, ubicación y relación con la sociedad de las manifestaciones gráficas en el periodo en el que se realizaron. Naturalmente, cualquier estudio en este sentido no puede limitarse a los datos aportados por un solo yacimiento, sino que debe abarcar todos los datos posibles, pues debido a su notable escasez mayor interés tienen el adquirir y usar el mayor número posible.

Características sociales de las manifestaciones gráficas en el Auriñaciense

Cada periodo del Paleolítico superior pudo tener sus propias características sociales y simbólicas, aunque lo más seguro es que existiera una conexión de continuidad a lo largo de sus largos milenios. El continuum cultural, simbólico y cognitivo es algo que siempre hay que tener en cuenta, para ir estudiando los posibles cambios que a lo largo de su tiempo pudieran haberse producido. No obstante, parece lógico comenzar por el principio, pues sería la fuente principal del inicio conductural de los humanos de ese periodo. La relación entre la sociedad y las manifestaciones gráficas parietales se iniciaron con el Auriñaciense, siendo este periodo el arranque de una tradición cultural paleolítica que perduró, con cambios no bien analizados, hasta que el cambio de clima destruyó un ecosistema y una forma de vida simbólica, para transformarla en otra (Epipaleolítico).

Las recientes dataciones de pinturas parietales por los métodos de uranio, han ofrecido una serie de datos cronológicos que han cambiado sustancialmente el concepto clásico que se tenía de las relaciones entre los seres humanos y las pinturas parietales y el simbolismo que entrañaron. Las dataciones de varias muestras concernientes al Auriñaciense nos ofrecen una visión nueva y muy interesante, lo que hay que analizar con detenimiento y con la mayor generalidad posible dentro de los postulados de la Arqueología cognitiva. Relativas a este periodo tenemos las siguientes cavidades en España, Francia e Italia.

I. - Cornisa cantábrica (España):

- Altamira en Cantabria (España). En esta cavidad se trabajó sobre dos figuras del famoso“Techo de los Policromos”, un caballo rojo y un signo abstracto de forma triangular. La datación del caballo fue de 22 Ky, y el signo abstracto se dató en 35 Ky. La conclusión más evidente que puede extraerse es que hubo varios momentos en que se realizó el panel. Estas figuras datadas corresponden a las manifestaciones gráficas que estarían próximas al área de hábitat.

- El Castillo en Cantabria (España). El estudio aporta cuatro dataciones, un animal indeterminado de 22 Ky, un disco rojo entre 36 Ky y 34 Ky, una mano en negativo de 37,5 Ky y otro disco rojo datado en más de 40.8 Ky. Todos en el interior de la cavidad (Pike et al 2012).

- Diversas cuevas del desfiladero del río Carranza, al este de Cantabria (España) con algunas pinturas negras en el interior de tales cavidades. Allí se dataron por TL costras estalagmíticas en 35 Ky. que recubrían pinturas rojas en la cueva de Pondra. Quizá algo similar ocurra en la cueva vecina de Arco B (González Sainz y San Miguel 2001).

- Tito Bustillo en Asturias (España) se ha datado una figura antropomórfica de pigmento rojo en una horquilla que oscila entre los 35.5 Ky y 29.6 Ky. Sería una de los dos teriomorfos (masculino y femenino) pintados en cada cara de una estalactita plana en el interior de la cueva. Puede ser la figura humana más antigua datada hasta el momento. Hay que añadir una mano del Conjunto V cuyo contexto arqueológico ha dado una fecha de 32.990±450 BP (Balbín et al. 2007).

Teriomorfo femenino de Tito Bustillo
- Candamo en Asturias (España). Se han datado unas manchas negras de asociadas a la representación de toros del muro de los grabados, consideradas las figuras más antiguas de la cueva asturiana, que llegan hasta 33 Ky. (Fortea 2007).

II. - En Francia:

- En la Dordoña en general, y singularmente en el Valle de la Vezére. Esta región constituye uno de los ámbitos con mayor concentración de santuarios rupestres. Conocemos varios yacimientos que han proporcionado bloques desprendidos de las paredes de la cueva con representaciones vulvares grabadas, como en La Ferrassie, acompañadas de toscas figuras animales grabadas, desde el Auriñaciense I. En la capa siguiente, Auriñaciense II, aparecen fragmentos de la bóveda del techo con restos de pintura. Similares vulvas grabadas y restos de pintura y grabados aparecen en las paredes y/o niveles auriñacienses de La Croze a Gontran, Abri Balchard, Abri Cellier y Abri Castanet (Delluc y Delluc 1991).

En Abrí Castenet se han continuado obteniendo datos al respecto. Así, se han hallado hasta 12 bloques con vulvas grabadas, el nivel auriñaciense de base se ha datado entorno a 35 Ky. (Vialou, 2004). Nuevos datos obtenidos de una actual revisión de la excavación antigua y de las campañas actuales. Los resultados unifican los dos niveles antiguos en un único periodo de ocupación datado en su inicio en 37.4 Ky y en su final en 36.7 Ky. Para su datación se uso C-14 en restos óseos animales. En la campaña arqueológica de 2007 se vieron  varios bloques de caliza desprendidos del techo original en contacto con la superficie del nivel arqueológico auriñaciense. Los bloques presentaban grabados y restos de ocre de las figuras representadas. La principal conclusión que extrae el director de estos trabajos (Randall White) es que las representaciones de Abri Castenet estarían relacionadas con la vida cotidiana de los auriñacienses.

- Cueva de Chauvert (Francia) con dataciones de 32/30 Ky. Corresponde a un Teriomorfo o figura pintada en negro, con cabeza de bisonte y piernas humanas en el interior de la cueva. Existen otras pinturas sobre formaciones calcáreas en la sala final de la cueva de animales realistas peligrosos (león y mamut), no hay datación de ellas.

Teriomorfo de Chauvert

III. - En Italia:

- Auriñaciense también sería la figura humana con cornamenta animal, que sostiene un objeto en la mano derecha, pintada en negro en un bloque aparecido junto a otros bloques con restos de pintura, desprendidos de las paredes de la cueva de Fumane, en el Veneto italiano, en niveles datados entre 36 y 32 Ky. (Broglio y Dalmeri 2005).

Figura humana con cornamenta de Fumane

Comentario

Estos datos confirman la existencia en el Auriñaciense de las manifestaciones gráficas, así como del aislamiento social de algunas de ellas dentro de la cueva con connotaciones simbólicas aparentemente diferentes de las que se sitúan en las áreas de hábitat. Sin embargo, hay que ser prudentes con la fiabilidad de los datos, pues hay frecuentes problemas de contaminación, pero el conjunto de dataciones muestra inequívocamente un comienzo temprano y sorprendentemente complejo en varias áreas europeas (Lorblanchet 1999; Fortea et al. 2004; Rivera y Menéndez, 2011).

En general, la intención de separar ciertas manifestaciones gráficas del área de hábitat, para un preciso fin no bien conocido, es una conducta social-simbólica que se inicia precozmente desde el Auriñaciense. Paralelamente, existen pinturas y grabados que coexisten con las zonas de habitación, pudiendo ser vistas continuamente por los miembros del grupo social, lo que parece que sería una consecuencia de su creación, es decir, ser vistas constantemente sin tener que desplazarse. El simple o complejo aislamiento (depende de lo alejado que se realice del hábitat) de la vista de la sociedad de algunas pinturas y grabados, junto con el tema representado, tendría un diferente significado simbólico. Su estudio se escapa de los ámbitos de este pots, pero que desde la Arqueología cognitiva se están realizando estudios para intentar su aclaración (Rivera y Menéndez, 2011).
  
* BALBÍN,R.; ALCOLEA,J. y GONZÁLEZ M.A. (2007): Trabajos arqueológicos realizados en el conjunto prehistórico de Ardines en Ribadesella desde el año 1998. Excavaciones Arqueológicas en Asturias 1999-2002. 23-36. Oviedo.
* BROGLIO, A. y DALMERI G. (dir.) (2005): Pitture paleoltiche nelle prealpi venete. Grotta di Fumane e Riparo Dalmeri. Memorie del Museo Civico di Storia Naturale di Verona. Preistoira Alpina nr. Speciale: 89-99.
* DELLUC, B y DELLUC, G. (1991): L’art pariètal archaïque en Aquitaine. XXVIII. Supl.Gallia Prehistorique 28, 22.
* FORTEA PÉREZ, J. (2007): 39 edades 14C AMS para el arte rupestre en Asturias. Excavaciones Arqueológicas en Asturias 1999-2002: 91-102. Oviedo.
* FORTEA, J; RASILLA, J y RODRIGUEZ, V. (2004): L´Art pariétal et la séquence archéologique paléolithique de la grotte de LLonín (Peñamellera Alta. Asturies. Espagne). Préhistoir,  arts et societés. LIX: 7-29.
* GARCÍA-DÍEZ, M.; HOFFMANN, D. L.; ZILHÄO, J., HERAS, C.; DE LAS, LASHERAS, J. A.; MONTES, R. y PIKE, A. W. G. (2013): Uranium series dating reveals a long sequence of rock art at Altamira Cave (Santillana del Mar, Cantabria), Journal of Archaeological Science.
* GONZALEZ SAINZ, C. y SAN MIGUEL LLAMOSAS, C. (2001): Las cuevas del desfiladero: Arte rupestre paleolítico en el valle del río Carranza (Cantabria-Vizcaya). Universidad de Cantabria. Santander.
* LORBLANCHET, M. (1999): La naissance de l´Art. Genèse de l´art préhistorique. Edit. Errance. Paris.
* PIKE, A. W. G.; HOFFMANN, D. L.; GARCÍA-DIEZ, M.; PETTITT, P. B.; ALCOLEA, J.; DE BALBÍN, R.; GONZÁLEZ-SAINZ, C.; DE LAS HERAS, C.; LASHERAS, J. A.; MONTES, R. y ZILHAO. (2012): U-Series Dating of Paleolithic Art in 11 Caves in Spain. Science, 1409-1413.
* VIALOU, D. (2004): La vie au temps des mammouths. Dossier pour la Science. 43. 

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